Desde que se puso de moda esta técnica, son muchas las que no tienen claro cómo cuidar este tipo de mechas durante la época de sol, salitre y cloro.
El balayage es una técnica de coloración que aporta luz al cabello de forma natural y degradada. Sin embargo, durante el verano es fácil ver cómo las melenas empiezan a perder la salud capilar hasta el punto de llegar a alterar el color.
Para mantener las mechas durante estos meses es fundamental seguir algunos cuidados específicos en esta temporada tal como indican desde Merinos & Co.
- Proteger el cabello de los UV
Los rayos UV no solo dañan la piel, también pueden oxidar el tinte del cabello, aclarando el color o incluso anaranjando cuando se trata de rubios. La recomendación pasa por usar protectores solares en spray o crema con filtro UV, especialmente si se va a pasar tiempo al aire libre. Además, tal como explican estos expertos en mechas balayage en Alcalá de Henares, siempre está de moda el usar sombreros o pañuelos.
- Hidratación profunda
La coloración balayage puede resecar el cabello y, junto con el calor del verano, esto puede llegar a empeorar. El uso habitual de mascarillas hidratantes una o dos veces por semana para nutrir en profundidad puede ser la mejor solución. Se recomiendan productos que contengan aceites naturales como el de argán, coco o jojoba.
- Lavado con productos adecuados
Evitar el uso de champús con sulfatos es clave ya que eliminan los aceites naturales y desgastan el color más rápidamente. Optando por líneas específicas para cabello teñido, preferiblemente con pigmentos violetas si el balayage es rubio ayudan a mantener los tonos fríos y a evitar los reflejos amarillentos.
- Cuidado con el cloro y el agua salada
Antes de nadar en la piscina o el mar, es necesario mojar el cabello con agua dulce y aplicar un acondicionador sin enjuague. Esto creará una barrera que reduce la absorción de cloro y sal.
- Cortar las puntas y evita el calor extremo
El balayage suele concentrarse en las puntas, por lo que mantenerlas sanas es clave. Recortarlas cada 6-8 semanas para evitar que se abran o se quiebren es la mejor recomendación que puede dar un experto. Además, se debe limitar el uso de planchas y secadores.